De pequeño era el que más me aterrorizaba y a la vez fascinaba. Además sé exáctamente desde que día: el 31 de diciembre de 1983. La mítica nochevieja en la que a TVE se le ocurrió estrenar el video Thriller de Michael Jackson con todos los niños del país viendo la tele. He oído a mucha gente de mi generación (nacidos entre 1968-1982 más o menos) decir que esa noche no durmieron, y no por la nochevieja, sino por los zombis (que se merecen otra entrada en el blog) y el hombre lobo. Y es que sólo podíamos ver la programación infantil, pero en Navidad podías ver de todo. Y ese día lo vimos.
El vídeo empieza con una película-dentro-del-vídeo en la que Michael Jackson se transforma en hombre lobo (más bien en una especie de hombre-lince, pero da igual), y sigue paso a paso la iconografía del personaje: plano de la luna llena saliendo, transformación truculenta, persecución de la chica. A pesar de no poder dormir esa noche de puro miedo, quise saber más del personaje (e incluso acabé disfrazandome de hombre lobo en carnaval aquel año 84).
No hablaré del original de Lon Chaney de 1941, que a pesar de que introdujo el personaje a las masas, no es ni de lejos mi película favorita. Años después me enteré de que detrás del video clip Thriller estaba John Landis, director de "Granujas a todo ritmo" (Blues Brothers, 1980), y director de la que es para mí la joya absoluta del cine de licántropos, la genial "Un hombre Lobo Americano en Londres" (An American werewolf in London, 1981).
La historia es simple; dos jóvenes amigos hacen un viaje por Escocia, y son atacados por un hombre lobo descomunal. Uno de ellos muere en el ataque. El que sobrevive acabará aullando a la luna y matando gente. La originalidad de esta película es la combinacion de humor (muy macabro, eso sí) y terror. Cuando se estrenó las críticas decían que era "demasiado cómica para dar miedo", o "demasiado terrorífica para hacer gracia", lo que es prueba de su éxito. Aunque no triunfó en su estreno (demasiado avanzada para su época), se convirtió en una película de culto una vez el video salió al mercado unos años después, y en la plantilla de mucho cine de terror con gotas de humor que vino después.
Además de unos protagonistas perfectos (los entonces desconocidos Griffin Dunne y David Naughton), y una historia llena de sustos y sorpresas, lo que la lleva a la cima son sus "efectos especiales de maquillaje", una categoría que de hecho inventó Rick Baker para esta película. No hay otra forma de describir la más espeluznante y realista transformación en un hombre lobo de toda la historia del cine. Simplemente hiela la sangre y sus imágenes se han convertido en icónicas. Todo esto se rodó delante de la cámara, sin ningún efecto de ordenador, de ahí su gran calidad.
La última encarnación del mito es "El Hombre Lobo" (The Wolfman), la peli del 2010 con Benicio del Toro, Emily Blunt (me encanta esta chica) y Anthony Hopkins. A pesar de que no recibió buenas críticas, a mi me parece buena película. No es innovadora ni rompedora, pero la recreación del siglo XIX en todo su esplendor romántico es una delicia, todos los actores están más que correctos, y de nuevo Rick Baker se pone a los mandos del maquillaje del hombre lobo una vez transformado. Sí, hay mucho ordenador, y eso le quita una pizca de gracia, pero sigue siendo impresionante.
Por supuesto hay muchas otras, "Aullidos", y un largo etcétera. Un mito inmortal...hasta que se encuentra con una bala de plata.
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