Como vamos a oir mucho sobre el Papado en los próximos días tras la histórica decisión deBenedicto XVI, voy a repasar tres películas centradas en las figuras de Papas (ficticios y reales).
"Habemus Papam" (Nani Moretti, 2011) propone una hipótesis interesante: ¿qué pasaría si cuando los cardenales seleccionan un Papa nuevo, este se niega? Esto es lo que pasa en esta comedia con tintes de drama (o al revés) de hace un par de años. Michel Piccoli hace de un cardenal al que le da una crísis nerviosa cuando le eligen para ocupar la silla de San Pedro. Por lo visto les pasa a muchos, que sienten el peso del mundo sobre sus hombros. Al fin y al cabo son seres humanos. Pero en este caso más humano que otros...
"Las Sandalias del Pescador" (The Shoes of the Fisherman, Michael Anderson, 1968) es una película que aún sin ser perfecta y haber envejecido mal, es interesante por la historia que propone. El mundo está al borde de la III Guerra Mundial cuando la China comunista sufre una gran escasez de alimentos por el embargo comercial impuesto por EEUU (me suena de algo). Un arzobispo ruso, Kyril Lakota (Anthony Quinn) es liberado de un campo de trabajos soviético tras 20 años de cautiverio. Es trasladado a Roma donde el Papa le hace cardenal. El Papa muere, y en el cónclave es elegido nuevo Papa, ya que hará falta alguien que haya estado implicado con los países comunistas para mediar entre las superpotencias y evitar la guerra... Esta premisa está bien, pero está resuelta muy a medias. Tiene subtramas bastante inoportunas (el cura rebelde, los problemas matrimoniales del corresponsal en el Vaticano) que distraen de una muy interesante historia de la que se podría haber sacado mucho más jugo. Supuestamente transcurre 20 años en el futuro (o sea, 1987-1988), pero no se hace el menor esfuerzo de ambientación, con lo que hay coches de los sesenta, peinados de los sesenta, vestidos de los sesenta, mobiliario futurista de los 60... Eso sí, el reparto está bastante bien. Anthony Quinn está muy creible como Papa Kyril I. Y es una película profética, ya que cuando se hizo que se seleccionara un Papa no italiano era muy inverosimil. Pero acertó de pleno: Karol Wojtyla (no Kyril Lakota, pero cerca incluso en el nombre) era el Papa 20 años después, y tuvo un papel destacado en la caída del Comunismo.
Por último una que refleja un Papa histórico. "EL Tormento y el Extasis" (The Agony and the Ecstasy, Carol Reed, 1965) narra la relación entre Miguel Angel y el Papa Julio II durante la creación del fresco de la Capilla Sixtina. Es una gran película épica, con una gran ambientación y decorados y con esos preciosos colores que había en las películas espectaculares de los 60. Pero lo más conseguido de todo son los personajes. Tanto Charlton Heston (Miguel Angel) como Rex Harrison (el Papa) están muy bien. Nunca me ha gustado mucho Heston, pero aquí está conmovedor, expresando toda la angustia y vulnerabilidad de un artista genial y las inevitables tiranteces del mecenazgo de un Papa aguerrido y combativo. Sorprendete la presentación del Pontífice más como guerrero que como hombre de fé. Una película entretenida, con un guión sólido, y grandes momentos (la inspiración de Miguel Angel, las peleas con los cardenales por las imágenes desnudas). Muy recomendable para un sábado por la tarde.
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