sábado, 9 de febrero de 2013

Peliculas nominadas a los Oscar: Django Unchained

¿Qué decir de nuevo de Quentin Tarantino? ¿Que es un genio? ¿Que respira cine? ¿Que es tan buen escritor como director? Todo es cierto.

Este Django Unchained se veía venir desde hace muchos años. Sus películas siempre han sido westerns camuflados en otras épocas; clarísimo el arranque de "Malditos Bastardos" (Inglorious Basterds, 2009), y en los Kill Bill, y siempre ha reflejado como nadie desde la admiración más absoluta todo lo negro (la forma de hablar, la cultura, la música,...). Era casi inevitable que hiciera un western, y tiene todo el sentido del mundo que tras hacer que judios machaquen a los nazis en plena II Guerra Mundial, un ex-esclavo se dedique a machacar a los "massa" en pleno sur pre-guerra civil.

Como siempre, ha pisado muchos callos. La crítica más reiterada es sobre el uso de la palabra "nigger", la forma más despectiva de referirse a alguien de raza negra en inglés. Hoy en día es una de las palabras tabú de este idioma, de esas que citan en todos los sitios por la inicial (the F word, the N word,...). Tarantino la usa en todos los sitios, a todas horas, y dicha por todos los personajes incluido el mismo ex-esclavo Django para referirse a otros esclavos. Por supuesto, las críticas son injustas. No es que se recree en ella, es que refleja el sur de EEUU en 1858. Y al que no le guste, que se lo tome en dos veces.

La historia salvando todas las distancias recuerda mucho a aquel "Amor a quemarropa" (True Romance, 1993), que fue el primer guion que Tarantino vendió en Hollywood y que realizó Tony Scott. Basicamente es "chico rescata a chica del ogro". Y esto es lo que pasa en este Django. Un esclavo (Jamie Foxx) es liberado por un cazarecompensas (Christoph Waltz), ya que es el único que conoce el aspecto de unos forajidos a los que tiene que matar. A su vez Django quiere recuperar a su mujer, de la que ha sido separado, y ahora es propiedad del típico señorito del sur (Leonardo Di Caprio). Juntos tendrán que superar todos los obstáculos, en un sur en el que el racismo lo impregna todo.

Con esta premisa Tarantino consigue crear esas escenas de tensión creciente marca de la casa con una maestría inigualable, aderezadas con sus diálogos característicos (casi esperas que Django se vaya a comprar una hamburguesa Kahuna), y secundarios de lujo (Samuel L Jackson como un tío Tom bastante repulsivo).

Jamie Foxx como Django es el típico héroe en la tradición de Conde de Montecristo, y brilla más cuanto más tiene que ocultar su auténtica naturaleza y tragarse los insultos de los señoritos del sur. Christoph Walz como el cazarecompensas King Schulz está perfecto, y es que Tarantino le ha escrito el personaje a su medida como quien hace un traje. Genial. Sorprendente Di Caprio que exagera sus tics y bucea en zonas oscuras para componer un ser monstruoso como solo podía serlo un tío que compraba seres humanos como quier compra caballos y mulas. El toque que da al personaje de consentido Rey Sol está muy bien.

Es una película extremadamente violenta, con escenas difíciles de olvidar, pero francamente está hecho casi estilo comic y no se recrea en ello. Al igual que con los insultos racistas, refleja fielmente la época. También está muy presente el sentido del humor (impagable la secuencia de los comienzos del KKK) para balancear el tono.

Reconozco que esperaba que me gustara más. Quizá esperaba alguna sorpresa como en "Malditos Bastardos", donde te quedas con la boca abierta casi en cada escena y que fue el renacimiento de Tarantino. Si esa película era sobresaliente en todo, esta es un notable bastante alto, una digna continuación de su filmografía nuevamente encauzada en 2009 tras un bache de unos años donde Tarantino dejó de ser relevante tras su apoteósico comienzo.



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