lunes, 3 de marzo de 2014

Oscars 2014

Este año no le he prestado mucha atención a las películas nominadas, la verdad. Unicamente he visto "El lobo de Wall Street". Este año han cerrado el último cine de mi ciudad, así que la alternativa es coger coche, ir a un espantoso centro comercial y encontrar una de esas demenciales multisalas al lado de un McDonuts y de un hipercor, donde voy a poder sacar una entrada por 8 euros, incluyendo un 21% de IVA para Montoro, y me van a estafar con cualquier chuche que compre.

Casi prefiero la opción B, voy al Corte Inglés a ver si la peli que quiero ver está en DVD o Bluray, y me la pongo en el Home Cinema, calentito, bajo a la tienda de chuches y por 2 euros me pillo patatas, chocobolas y refresco. Mmmmm,...no sé, creo que voy a hacer esta última.

El caso es que como no he visto las películas, no he hecho porra de Oscars. Pero es evidente que ha sido un año de gran cine. La de Scorsese, a pesar de haber perdido todo, incluido el pobre Leo DiCaprio, que es ninguneado año tras año tras año (ya es el Richard Burton, Al Pacino, o Peter O'Toole del siglo XXI), es una grandísima película.

Pero es que está "Gravity", de la que solo se oyen buenas cosas. O "12 años de esclavitud". Estas dos se lo han comido casi todo. Alfonso Cuarón se ha llevado incluso el Oscar al mejor director, de lo que me alegro. Pero es que la mejor película del año es "12 años de esclavitud", gran sorpresa. Brad Pitt se levantó a por su Oscar como productor.

Y en la categoría de actores, primero salió Jared Leto, que además de ser el cantante y guitarrista de 30 seconds to Mars es un actor del método de primera. Sus adelgazamientos y engordes extremos le han valido críticas, pero en este caso un Oscar.

Mejor actriz secundaria, Lupita Nyong'o por "12 años de esclavitud", es una de las chicas más bonitas que se ha llevado un Oscar. Muchas ganas de ver la peli, creo que está genial en ella.

Los actores principales han sido Matthew McConaughey y Cate Blanchet. Mathew se ha cansado de que no se le tomara en serio en sus papeles de cachitas en bodrios cada vez más grandes, así que ha hecho lo que siempre hace un actor que quiere reconocimiento: o hacer de retrasado, o adelgazar mucho/engordar mucho. A Jared le ha funcionado y a Matthew también. No falla. También ha usado otro ya clásico; el enfermo de sida. Tom Hanks se llevó dos Oscars seguidos usando esta estrategia ganadora. No he visto aún "Dallas Buyers Club", pero deben estar muy bien.

Cate Blanchet es la nueva Meryl Streep (y eso que la vieja estaba nominada de nuevo este año, 18 veces y 3 Oscars ya). Ya ganó hace 10 años por su magistral interpretación de Katharine Hepburn en "the Aviator". Y este año ha vuelto a conseguirlo, esta vez como actriz principal, en "Blue Jasmine", lo último de Woody Allen. Tampoco la he visto, raro en mí. Definitivamente tengo que ponerme al día.

La ceremonia en sí ha sido muy divertida. Las actuaciones musicales, de primera. Nada menos que U2 haciendo en acústico su canción nominada, Pink haciendo un conmovedor homenaje a "El Mago de Oz", y sobre todo Pharrell Williams, que es como si el Michael Jackson de 1979-1982 se hubiera reencarnado. Además de ser una rockstar (ese plano impagable de la alfombra roja, con su pajarita, sin sombrero, modosito; de repente se enfoca sus pantalones; no hay, son bermudas), este está siendo su año musical. El "Happy" es uno de esos clásicos instantáneos, que escuchas y te pones de pie a saltar, dar palmas y cantar. A mí me pasó esta noche a las 3 de la mañana. Esta canción da ganas de vivir. ¿Se le puede pedir algo más a un cantante?

Y luego Ellen Degeneres como maestra de ceremonias ha estado perfecta. La criticarán porque es diferente, pero se ha salido. Sus paseos entre los espectadores, que son los actores y cantantes más famosos del mundo, impagables. "Eh, teneis alguno hambre?", "Si", "Sí, Brad?, pues vamos a pedir unas pizzas, aver quién las paga". Y va y las pide, las traen (supongo que un actor), y se las comen!. El rollo es que la ceremonia ha jugado con las redes sociales. El ya famoso selfie. "Eh, Meryl, vamos a sacarnos un selfie y va a ser el más retwiteado de la historia, vale?". Dicho y hecho. se apuntan además Jennifer Lawrence, Bradley Cooper, Brad Pitt, etc. En cinco minutos era la foto más retwiteada de la historia. Más de dos millones. Más cool imposible.





martes, 31 de diciembre de 2013

House of cards

Bueno, ya me ha quedado claro que el mejor cine hoy en día se hace en la televisión. Hace mucho, mucho tiempo que no disfruto tanto con un drama político en cine como con la serie "House of cards". 13 episodios de pura intriga en el Washington de 2013 , en un universo paralelo en el que el Presidente de EU se llama Garret Walker y es blanco. Ahora veo una película de dos horas y me quedo como si no hubiera visto nada, me he acostumbrado a conocer a los personajes y sus motivaciones durante horas y horas.

Esta serie es una maravilla desde el principio hasta el final. Frank Underwood es un congresista al que el nuevo Presidente acaba de hacer una jugarreta al prometerle el cargo de Secretario de Estado para negárselo al ganar las elecciones. Desde ese momento (primeros minutos del episodio 1), Frank Underwood se dedica a manipular, engañar, engatusar, convencer, etc, etc, a cualquiera que le sirva a su propósito: vengarse.

Kevin Spacey es el mejor, simplemente el mejor actor de su generación. Me ha gustado en todo lo que ha hecho y en el papel del congresista está a veces tierno, a veces amenazador, a veces inquietante, a veces gracioso y siempre interesante. Es toda una interpretación Shakespeariana, no es casualidad que justo acabase de hacer de Ricardo III en los escenarios.

Robin Wright como Claire Underwood, la mujer del congresista, está también estupenda. Queda muy lejos de "La Princesa Prometida", pero sigue siendo igual de guapa, sino más. Su personaje es a momentos tan odioso o más que Frank Underwood. Está clara su falta de escrúpulos, su ambición, su avaricia, todo debajo de una capa de fría indiferencia (se parece a tu jefa seguro).

Siempre lo digo, pero en este caso los secundarios están especialmente geniales. Sobre todo Corey Stoll como  Peter Russo, un congresista con problemas al que Frank Underwood manipula a placer. Y Kate Mara como Zoe Barnes, una periodista que haría lo que fuera (y lo hace) por una buena historia. Tan buena actriz como su hermana Rooney Mara (Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres).

Si tuviera que definirla, diría que ver "House of Cards" es como ver "Todos los hombres del Presidente", pero desde los dos lados. Los ambientes nocturnos de Washington DC, las oficinas de periódicos y del gobierno son los escenarios en los que se desarrollan intrigas que hacen pensar. Si esta gente es la que nos gobierna, no me extraña que el mundo vaya como va. Menuda panda.




lunes, 16 de diciembre de 2013

Peter O'Toole

Acaba de fallecer Peter O'Toole. Perteneció a esa generación gloriosa de actores británicos de los años 60, como Michael Caine, Albert Finney, Sean Connery , Roger Moore, Terence Stamp, Richard Harris, Richard Burton, Tom Courtnay. Alguno, como Caine, siguen en activo, pero la mayoría se han alejado de las pantallas o han fallecido. El tiempo no perdona, se acercan o pasan de los 80 años, pero su leyenda durará siempre. Para mí han sido los mejores, junto a sus colegas de EEUU (los Pacinos, De Niros, Redfords, Hoffmans, Nicholsons...). Todos de esta generación.

O'Toole despuntó por supuesto con la inigualada obra de arte llamada "Lawrence de Arabia" (David Lean, 1962). Fue seleccionado de chiripa, cuando Marlon Brando se negó a pasarse meses en un desierto, y Albert Finney fue finalmente desestimado tras extensas pruebas cuando casi tenía el papel. Y O'Toole se fue al desierto y entró en la leyenda.

Sus años grandes fueron sin duda los 60 (como para casi todo el mundo que tuvo la suerte de tener entre 20 y 40 años en esa época). En 1964 estrenó "Becket", junto a Richard Burton, en el papel del rey Enrique II, que repetiría 4 años después en "El Leon en Invierno", y en 1965 esa entretenidísima muestra de cine del Swinging London llamada "¿Que tal Pussycat?", donde se mide en comedia con el mismísimo Peter Sellers.

Como casi todos los actores británicos de esa generación, empezó en el teatro donde coincidió con Michael Caine, quien en su autobiografía narra sus juergas alcohólicas tras las funciones (que llegaban hasta la siguiente función). Y es que la mayoría eran grandes bebedores además de grandes actores.

Nunca le ha faltado trabajo en Televisión, o cine, pero es cierto que desde "El Último Emperador" (1987), su última gran película, le hemos visto poco.

RIP, Peter O'Toole. Saludos a T.E Lawrence y a tu colega Richard Burton.

jueves, 22 de agosto de 2013

Instinto Básico (Paul Verhoeven, 1992)

Esta película se estrenó en 1992, hace ya 21 años. Ese tiempo permite ya juzgar con perspectiva, sin el hype, escándalos y contexto de la época. Yo la ví en el cine entonces, y recuerdo que me gustó. Por supuesto había mucho morbo. Era la película del momento, todo el mundo hablaba de ella, de lo caliente que era, de una Sharon Stone que se convirtió en mito erótico de la noche al día, de las protestas de los grupos de gays por el tratamiento supuestamente homófobo de la trama. Pero todo eso ha quedado atrás.

La vi alguna vez más cuando la ponían en canal plus, pero hace muchos años que no la veía. Me he hecho con una copia en Bluray para una calidad perfecta (sorprendente este formato, aprecias muchos detalles que te habías perdido, y en esta película es doblemente importante ;-) sí, se ve todo). Y me ha sorprendido por varias razones.

Es una película sumamente entretenida. Lo era entonces y lo es ahora. No decae un momento la atención, Sharon Stone o no Sharon Stone. De hecho, esa es una de las cosas más interesantes: su personaje, Catherine Trammel escritora millonaria y sospechosa de asesinato, planea toda la película. Pero la historia es en realidad la del personaje de Michael Douglas, Nick Curran. Policía con problemas y un turbio pasado que se obsesiona con la chica a la que tiene que seguir por San Francisco ... Espera...Esto me suena un huevo a algo.....Esta vez he caído en la cuenta de que esta película es "Vértigo".

Sorprendente que nunca me haya dado cuenta con lo que me gusta Hitchcock y "Vértigo" en concreto. El cine del mago del suspense está presente en todo el metraje. Planos como los de la escalera descendiendo, los asesinatos, las vistas de San Francisco, las rubias etc,  son Hitchcock puro. Suma a eso pinceladas de cine negro en atmósferas, personajes, y situaciones, y te acercas muy mucho a la fórmula de "Instinto Básico".

El guión de Joe Estzerhas es un clásico. El tío lo escribió en diez días y lo vendió en dos días a Carolco por la mayor suma alcanzada nunca por un guionista. No es raro que se pagara la suma record de 3 millones de dólares. Los personajes, que son lo que diferencia a un guion bueno de uno mediocre, son roca pura de sólidos. El tópico es que el de Sharon Stone es una maravilla. Sí, Catherine Trammel es un personaje maravilloso, y su desarrollo es genial. De témpano de hielo provocador y soberbio pasa a ser a veces una niña pequeña enamorada (o lo parece), y luego manipuladora y calculadora. Y nunca sabemos quién es realmente.

Pero es que el personaje de Michael Douglas es igual de bueno, sino mejor: es exáctamente el reflejo de Catherine en el espejo del género (de nuevo Hitchcock, a quien encantaban las imágenes de espejos y los reflejos de protagonistas unos en otros). Nick tiene impulso asesino y lo sabe, y la película bucea en esa mente del asesino con brillantez. Catherine se rodea de asesinos, de drogadictos y alcohólicos. Y Nick es todo eso, se salta la ley contínuamente a pesar de ser policía. Lo hace de manera compulsiva: mata, bebe, conduce a lo loco. No puede evitarlo, para él no es un juego. Para Catherine sí. Sólo es una niña aburrida que quiere emociones fuertes. Hedonismo puro. ¿Hasta donde llega para divertirse?¿Hasta el asesinato?

¿Y el sexo? Cuando se estrenó, parecía envolverlo todo. Ahora lo veo como algo sumamente secundario. No va de eso. El sexo es una más de las obsesiones de Michael Douglas. De hecho, se pasa bebiendo y fumando compulsivamente toda la película. Es otra pincelada más que dibuja su personaje con precisión, pero la principal es la compulsión de matar, no la sexual.

La cinta ha envejecido muy bien. A pesar de las grandes pantallas de ordenador de fósforo verde, la ausencia de teléfonos móviles, y que se pueda fumar en todos los sitios, que solo le dan un encanto vintage, es un thriller que podría hacerse hoy mismo. O no. Parezco el abuelo Cebolleta, pero ya no se hacen películas con tramas tan complejas y personajes tan buenos. Esta es una película pre-efectos especiales por ordenador, pre-Parque Jurásico y Matrix, pre internet. Pre todo. En realidad, ya es cine clásico. Tiene más en común con las películas de los 40 y 50 que con el cine actual. Principios de los 90 fue posiblemente la última época de cine clásico antes de que todo cambiara. Lo mismo pasa con la música ("El Silencio de los Corderos", "Sin Perdón", "Nevermind", todo de la misma época)

Mención especial a los espectaculares secundarios (Jean Tripplehorn como psicóloga), y todo el elenco de policías, y la espectacular y cuidadísima fotografía en exteriores e interiores de Jan De Bont (antes de dirigir bodrios como "Twister"), y el magnífico pulso de Paul Verhoeven para servir todos los ingredientes en su justa medida.

El tiempo lo cubre todo de arena, solo lo grande queda sobre la superficie, y esta es una película que sin ser arte, sigue asomando la cabeza 21 años después. Es buen cine.

PD: el poster es buenísimo.

viernes, 21 de junio de 2013

Hannibal (serie)

Hannibal Lecter es uno de los mejores villanos de la historia del cine. Siempre aparece en uno de los primeros lugares en todas las listas. No es para menos. El psiquiatra canibal de Baltimore capturó las imaginaciones en 1991 en "El Silencio de los Corderos" (The Silence of the lambs, Johnathan Demme) en la piel de un prodigioso Anthony Hopkins. Ya había sido llevado a la pantalla en la historia original "Dragón Rojo" (Red Dragon, Michael Mann) encarnado por Brian Cox. Si nos olvidamos de la prescindible "Hannibal" (Ridley Scott, 2001), hay algo que todas estas películas tienen en común: Hannibal está entre rejas. ¿Cómo era Hannibal Lecter cuando estaba en libertad?

El remake de "Dragón Rojo" en 2003 (Red Dragon, Brett Ratner) nos lo deja ver libre unos minutos al principio, en su duelo final con el agente del FBI Will Graham que le llevará al psiquiátrico donde nos hemos acostumbrado a verle. En esa secuencia se veía que había posibilidades infinitas de explorar los personajes mucho más. Y eso es lo que los guionistas de esta fantástica serie de televisión han hecho.

Will Graham (Hugh Dancy) es un agente del FBI con una facultad fuera de lo común para empatizar con los asesinos de los casos en los que trabaja. Con su imaginación es capaz de literalmente verse en la escena del crímen y asesinar él mismo a las víctimas de nuevo. En colaboración con su superior Jack Crawford trabaja en un caso de un asesino en serie de chicas, metiéndose tanto en el papel del asesino que no solo logra atraparlo, sino que empieza a tener problemas psicológicos él mismo. Está de psiquiatra, vamos...

Y quién mejor para tratar a Will que el renombrado Hannibal Lecter, de Baltimore, conocido bon vivant de la alta sociedad con gustos exquisitios en todo. Sus cenas, que prepara él mismo, son actos sociales importantísimos, su gusto por las artes, sus colaboraciones con el FBI... Todo es explorado en minucioso (y escalofriante) detalle en los 13 capítulos de la serie, que tiene como hilo conductor su "tratamiento" de Will Graham.

Todos sabemos quién es Hannibal Lecter desde el minuto uno, pero no los que le rodean, con lo que se consigue suspense en estado puro, de ese que Hitchcock era el mago (pon una bomba de relojería bajo una mesa a la hora de la cena y díselo al público, pero no a los comensales). Aquí la bomba de relojería es Hannibal. ¿Cuándo y cómo estallará? ¿A quién se llevará por delante?

Antes de nada, ponerme de rodillas ante Mads Mikkelsen y su Hannibal. Ha conseguido lo imposible: hacerme olvidar a Anthony Hopkins. De hecho, este Hannibal se acerca en mi opinión más al de los libros que la antológica caracterización de Hopkins. Con su elegancia, porte, frialdad, es el doctor Lecter ideal. A pesar de que sabemos quién es, llega incluso a caernos bien (como psicópata perfecto, es capaz de fingir que es un ser humano).

Es Will Graham quien es un personaje desagradable, bordeando la locura, sin ninguna habilidad social, desaliñado. El contraste con el pulcro doctor está perfectamente definido, y funciona. Y Hugh Dancy es la revelación aquí. Un papel difícil de hombre rompiéndose por dentro mantenido a lo largo de 13 episodios. Qué gran actor. Tiene un gran futuro por delante (a parte de ser la pareja de Claire Danes, también en el candelero por Homeland). Haré de profeta: yo le he visto como perfecto para cualquier papel en las nuevas películas de Star Wars, si yo hiciera el casting le cogería para hijo de Luke Skywalker o de Han Solo. No hay ninguna noticia al respecto, es cosa mía. Pero acertaré ;-)

Con Laurence Fishburne como Jack Crawford se redondean los papeles principales.Ah, también la aparición estelar de Gillian Anderson como psiquiatra del psiquiatra (cómo te echo de menos, Scully).

He visto los 13 primeros episodios y no puedo esperar a la segunda temporada. Un aviso: decir que la serie es gore es poco. Los asesinatos son los más brutales que he visto en la televisión, pero también las cenas...

El poster de la serie lo dice todo sin decir nada, ¿verdad?


jueves, 13 de junio de 2013

Cine demoníaco (II): La Profecía

Hacia mediados de los 70, el Demonio era la gran estrella de las películas de terror. "El Exorcista" había elevado el listón. Y el guionista David Seltzer tuvo una idea. En la historia del cine había muchas películas basadas en la Biblia. El iba a hacer otra más...

Pero en este caso se olvidó del Antiguo Testamento, y de los Evangelios sobre la vida de Jesús, y se centró en el libro del Apocalipsis, donde un personaje destacaba sobre el resto: El Anticristo. Al igual que Dios envió a su hijo en forma humana, el Diablo hace lo propio (cuando no se mete directamente dentro de niñas de trece años). La santísima trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tiene su equivalente maligno, Diablo, Anticristo y Falso Profeta. Material más que suficiente para una gran historia de terror.

¿Qué pasaría si el hijo del demonio se encarnara en un niño que es adoptado? "La Profecía" responde a esta pregunta de forma escalofriante. El embajador americano (¿quien si no?) en Italia y su mujer pierden a su primogénito, que nace muerto en Roma. En el hospital religioso le proponen adoptar otro niño que acaba de nacer y no tiene padres (qué raro, ¿no?), haciéndole creer a su mujer que ese es su hijo. Es 6 de junio, 6 de la mañana.

Tras cinco (o seis) años de normalidad, empiezan a suceder cosas inquietantes en la familia del embajador, que ha sido trasladado a la más importante embajada en Londres. La nanny que cuida de Damien, que así se  llama la criatura, decide suicidarse de improviso de manera visible y grotesca. Una nueva nanny aparece como de la nada para cuidar del niño. La mujer del embajador, tras otros incidentes empieza a sospechar del niño y a apartarse de él. El propio embajador tiene inquietantes encuentros con un sacerdote que le previene. La felicidad se transforma en sospecha y la sospecha en miedo. Con la ayuda de un fotógrafo que ha vivido sus propios sucesos inexplicables, el embajador se dispone a conocer la verdad sobre quién es realmente el niño que ha adoptado.

El guión pronto despertó el interés de los estudios Warner, que había ganado el gordo con "El Exorcista" un par de años antes, pero que pronto se echaron atrás. Tanto Satán no podía ser bueno para la imagen. Alan Ladd Jr, en la 20th Century Fox compró el guion, y la película se puso en marcha en 1975. Richard Donner se encargaría de la dirección. El casting fue realmente inspirado. Gregory Peck (que no era la primera opción) como el embajador Robert Thorn, Lee Remick como su mujer, y un inquietante Harvey Stephens con carita de angelote y heladora mirada (¿qué si no es el Diablo sino el Angel Caído?) como Damien. Los actores secundarios son también perfectos: David Warner como el fotógrafo, y en especial Billie Whitelaw como Mrs. Baylock, la niñera amante de los perros.

La película triunfa por su ambigüedad. Nunca se nos dice (como no puede ser de otra manera, ya que igual que con Jesús, es cuestión de fe) que el niño es el anticristo. En realidad el pobre no hace nada. Todas las cosas raras que pasan pueden pasar perfectamente por accidentes, casualidades, fatalidades. Sí, tiene una marca de nacimiento (así se tituló originalmente el guión hasta que en pleno rodaje en un hospital, el ala de maternidad se quejó de que no quería un rodaje con ese nombre allí, con lo que se cambió por el más apropiado de The Omen). Tres seises debajo en la cabeza, pero mira que no hay lunares raros por ahí. Sin embargo, la posibilidad de que sea real sobrevuela la película y crea una atmósfera muy opresiva alrededor de los personajes. En especial el último tercio, con el viaje del embajador y el fotógrafo, es particularmente inspirado, con una tensión creciente. Entramos en la mente de Gregory Peck y su lucha interna. ¿Creo en esto o no?  El final es escalofriante, y de nuevo, ambiguo. ¿Triunfa el mal o el bien?

Probablemente a causa del departamento de publicidad, de nuevo aparecieron historias de hechos inexplicables en el rodaje. Rayos que impactan en aviones con una inusual frecuencia, accidentes,... Richard Donner actualmente dice que eso es porque estaban rodando una película de terror. Si hubieran rodado una comedia se acordarían de las cosas graciosas que les pasaron rodándola, o se acordarían de las parejitas que empezaron en el rodaje si hubieran rodado una romántica...Puede ser cierto, pero...

John Richardson, el encargado de los efectos especiales, incluyendo las horrendas muertes, tuvo un accidente de coche en Bélgica en aquella época. Su novia murió en el accidente. Por una extraña coincidencia, murió igual que la muerte más brutal que aparece en la película, escenificada por Richardson. Cuando recobró el conocimiento en el lugar del accidente, lo primero que vio fue una señal de tráfico que marcaba la distancia a la siguiente ciudad: a 66,6 kilómetros de Lieja.

"La Profecía" tuvo dos secuelas poco inspiradas, donde se pierde por completo la ambigüedad. Sí, es el anticristo, lo sabe, es malo, y mata a todo el que se pone en su camino. A destacar que en la tercera parte un joven Sam Neill es Damien de adulto, a punto de iniciar su carrera política que le llevará a la cumbre del poder: Presidente de EEUU. Me pregunto si no habrá sucedido realmente.




jueves, 6 de junio de 2013

Cine demoniaco

Como hoy es día 6 del 6 de 2013 (sumad 2013), voy a hacer una entrada sobre cine en el que el protagonista es nada más y nada menos que El Maligno (o Lucifer, El Demonio, etc, etc). Es un tema...delicado. Hay muchos temas posibles en el cine de terror (fantasmas, vampiros, zombies,...), pero hables con quien hables, el tema que más acongoja es sin duda el Diablo. No me extraña. Estamos hablando del mal en estado puro, su personificación. Puede haber malos malísimos, asesinos, monstruos...pero estas películas hablan del jefe de todos ellos.

Y unir este tema a cine obliga a hablar básicamente de dos películas. Podría entrar en muchísimas más, pero hay que ser justos. Las dos mejores, las que han marcado un antes y un después, e influido en todo el cine demoniaco y de terror son "El Exorcista" (The Exorcist, 1973) y "La Profecía" (The Omen, 1976).

"El Exorcista" es la mejor película de terror de toda la historia del cine. En calidad, y en cantidad. Es la más terrorífica de todas y llega al nivel de arte en mi opinión. Cuando se estrenó causó un impacto difícil de imaginar. Las proyecciones eran casi como llamadas a filas, en las que los  espectadores eran como soldados que podían caer (había desmayos, vomitonas, escenas de histerismo, e incluso algún aborto...). Nada menos que Stephen King recuerda que él y su mujer fueron posponiendo ir a ver la película por puro miedo y que el día que se decidieron era como si fueran a la guerra. Tremendo.

Yo he visto la película muchas veces. Sí, pero... La primera vez fue en una tele pequeña en un VHS sin formato panorámico. Pensé que tampoco era para tanto. A medida que los medios de reproducción mejoran, capto mucho más su impacto. La he vuelto a ver en Blu Ray la semana pasada, y me ha impresionado mucho más. No me quiero ni imaginar lo que será  verla en una pantalla de cine, con la cara de Regan de 5 metros, con el sonido de su respiración envolviendo toda la sala.

Lo peor de todo es que está basada en un caso real como la vida misma, y así está filmada. La sensación de verosimilitud es abrumadora. No es que creas que pueda pasar. Es que sabes que pasa. Hay exorcismos todos los años. El escritor de la novela original, William Peter Blatty (quien paradojicamente empezó escribiendo guiones de comedias) se basó en un caso real de 1949. Cuando le preguntaron a uno de los exorcistas reales por la película, lo único que dijo fue que "el vómito no era verde". Glup.

Se nota en cada minuto el pulso narrativo de un William Friedkin en estado de gracia. Acababa de ganar el oscar al mejor director por su gran "French Connection" (1971), y su confianza está ahí, creando un universo real, pero malsano, en el que el mal lo impregna todo. Sus decisiones fueron, como las de los grandes directores, perfectas en todos los departamentos, empezando por el casting.

Todos los actores funcionan como un mecanismo de relojería. Para el atormentado padre Karras, Friedkin no quería un actor, quería un cura, y lo consiguió en Jason Miller. Max Von Sydow impone su aura metafísica (fácil viniendo de trabajar con Igmar Bergman) al papel de exorcista. Ellen Burstyn es real como la vida misma en el papel de madre/víctima. Como curiosidad, su papel de actriz en la ficción está basado en una actriz real con una hija en edad similar en esa época (principios de los 70): Shirley MacLaine (que se sepa la hija de MacLaine nunca ha tenido este tipo de problemas). Y Linda Blair, de 12 años, con una cara de rosados mofletes se transforma en esa cosa horrenda con una maestría de actor del método. Fue elegida cuando el director le preguntó en su entrevista, "¿sabes lo que es masturbarse?". Contestó, "es como hacerse una paja, ¿no?". También tengo que mencionar a Mercedes McCambridge, que pone la voz del demonio en la versión original, sonando tan neutra y amenazante como una criatura sobrenatural pueda sonar.

En la edición de blu ray se aprecia perfectamente el esfuerzo de fotografía, responsable en gran parte de la irrealidad que se respira en la última parte de la cinta. Hay más de un plano icónico que ha pasado a la historia del cine, empezando por el del poster: la calle a oscuras, envuelta en neblina, el exorcista con el maletín mirando hacia la ventada de la que surge una amenazante luz.

El maquillaje sigue siendo de lo mejor. De nuevo William Friedkin tomó la decisión correcta cuando Dick Smith le presentó maquillajes monstruosos y los rechazó, insistiendo en que el maquillaje debería de ser "orgánico, realista", nada de transformaciones truculentas. Y así es. Se ve que es la misma actriz.

Es la paradoja y el gran logro de la película: se aleja de todo lo que había sido el cine de terror. No hay sustos repentinos (hay un par al principio, pero nada que ver con el demonio), y sabes en todo momento donde está la niña poseída. Está en la cama de su habitación. Punto. Y aún así, el mal está en todos los sitios, en cada esquina. La posesión tampoco es inmediata, es un proceso lento que ocupa casi todo el metraje. Sin embargo vamos asistiendo minuto a minuto a como el horror va surgiendo y acaba por tragárselo todo. Toda la película es un susto.

Por último, tengo que mencionar el uso de imágenes subliminales, muy novedoso en aquella época. El plano de milésimas de segundo que aparece solo un par de veces se te queda grabado como la imagen del horror, y para mí sigue siendo la imagen más terrorífica de la historia. Supuestamente es Pazuzú, el demonio que posee a la niña. Buscad en google. Terrorífico.

Hay mucha gente que no ha visto la película porque no se atreven. El mismo escritor de la novela se niega a tener su propio libro en su casa o a abrirlo. Por algo será.

Me he alargado demasiado con "El Exorcista", pero es lo justo (además este año se cumplen 40 años de su estreno). Hablaré de "La Profecía" y posiblemente "El bebé de Rosemary" en otra entrada, no me vaya a sugestionar demasiado y empezar a notar cosas raras...