Hannibal Lecter es uno de los mejores villanos de la historia del cine. Siempre aparece en uno de los primeros lugares en todas las listas. No es para menos. El psiquiatra canibal de Baltimore capturó las imaginaciones en 1991 en "El Silencio de los Corderos" (The Silence of the lambs, Johnathan Demme) en la piel de un prodigioso Anthony Hopkins. Ya había sido llevado a la pantalla en la historia original "Dragón Rojo" (Red Dragon, Michael Mann) encarnado por Brian Cox. Si nos olvidamos de la prescindible "Hannibal" (Ridley Scott, 2001), hay algo que todas estas películas tienen en común: Hannibal está entre rejas. ¿Cómo era Hannibal Lecter cuando estaba en libertad?
El remake de "Dragón Rojo" en 2003 (Red Dragon, Brett Ratner) nos lo deja ver libre unos minutos al principio, en su duelo final con el agente del FBI Will Graham que le llevará al psiquiátrico donde nos hemos acostumbrado a verle. En esa secuencia se veía que había posibilidades infinitas de explorar los personajes mucho más. Y eso es lo que los guionistas de esta fantástica serie de televisión han hecho.
Will Graham (Hugh Dancy) es un agente del FBI con una facultad fuera de lo común para empatizar con los asesinos de los casos en los que trabaja. Con su imaginación es capaz de literalmente verse en la escena del crímen y asesinar él mismo a las víctimas de nuevo. En colaboración con su superior Jack Crawford trabaja en un caso de un asesino en serie de chicas, metiéndose tanto en el papel del asesino que no solo logra atraparlo, sino que empieza a tener problemas psicológicos él mismo. Está de psiquiatra, vamos...
Y quién mejor para tratar a Will que el renombrado Hannibal Lecter, de Baltimore, conocido bon vivant de la alta sociedad con gustos exquisitios en todo. Sus cenas, que prepara él mismo, son actos sociales importantísimos, su gusto por las artes, sus colaboraciones con el FBI... Todo es explorado en minucioso (y escalofriante) detalle en los 13 capítulos de la serie, que tiene como hilo conductor su "tratamiento" de Will Graham.
Todos sabemos quién es Hannibal Lecter desde el minuto uno, pero no los que le rodean, con lo que se consigue suspense en estado puro, de ese que Hitchcock era el mago (pon una bomba de relojería bajo una mesa a la hora de la cena y díselo al público, pero no a los comensales). Aquí la bomba de relojería es Hannibal. ¿Cuándo y cómo estallará? ¿A quién se llevará por delante?
Antes de nada, ponerme de rodillas ante Mads Mikkelsen y su Hannibal. Ha conseguido lo imposible: hacerme olvidar a Anthony Hopkins. De hecho, este Hannibal se acerca en mi opinión más al de los libros que la antológica caracterización de Hopkins. Con su elegancia, porte, frialdad, es el doctor Lecter ideal. A pesar de que sabemos quién es, llega incluso a caernos bien (como psicópata perfecto, es capaz de fingir que es un ser humano).
Es Will Graham quien es un personaje desagradable, bordeando la locura, sin ninguna habilidad social, desaliñado. El contraste con el pulcro doctor está perfectamente definido, y funciona. Y Hugh Dancy es la revelación aquí. Un papel difícil de hombre rompiéndose por dentro mantenido a lo largo de 13 episodios. Qué gran actor. Tiene un gran futuro por delante (a parte de ser la pareja de Claire Danes, también en el candelero por Homeland). Haré de profeta: yo le he visto como perfecto para cualquier papel en las nuevas películas de Star Wars, si yo hiciera el casting le cogería para hijo de Luke Skywalker o de Han Solo. No hay ninguna noticia al respecto, es cosa mía. Pero acertaré ;-)
Con Laurence Fishburne como Jack Crawford se redondean los papeles principales.Ah, también la aparición estelar de Gillian Anderson como psiquiatra del psiquiatra (cómo te echo de menos, Scully).
He visto los 13 primeros episodios y no puedo esperar a la segunda temporada. Un aviso: decir que la serie es gore es poco. Los asesinatos son los más brutales que he visto en la televisión, pero también las cenas...
El poster de la serie lo dice todo sin decir nada, ¿verdad?
Un poco macabra la serie, no??
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